Sobre Nubes

Que más ha soñado el hombre que poder dominar los cielos. Y limitadamente lo logró.

En lo personal, como toda la humanidad, yo he querido poder volar por los cielos con mi propio cuerpo, con mi propia fuerza... y recuerdo que una vez lo logré, y una vez que lo logré no dejé de hacerlo mientras pude.

Yo saltaba lo más alto y no volvía a tocar el suelo, extendía mis manos como las alas de un ave y sentía la libertad en mi rostro, podía ver los tejados de las casas, me paraba en montaña tras montaña y me posaba sobre nubes.



¿Qué haría cualquier ser humano con semejante habilidad? ¿Qué crees que hice yo?


Oh estrella Sirius, brillante entre las estrellas de mis constelaciones, a ti, a ti te buscaba en la puerta de tu casa y te invitaba a volar, te llevé a donde yo iba: arriba de mi casa, a surcar los cielos, a sentarnos en las montañas y hasta a bailar al nivel de los tejados. Tú has sido la única que me ha acompañado.

Yo no puedo volar cuando mi sombra esta abajo de mi, y no sé si es amanecer o atardecer, pero siempre puedo ver en el cielo estrellas por doquier.

Siempre inicio el vuelo en el tejado de mi casa, pero hay días en que no he podido volar, por más que salte ni siquiera llego a la copa de un árbol y me ha tocado que caminar.

Tengo meses que no he volado y que no he tocado a las nubes, pero la noche que junte mis pensamientos con mis sueños y te conozca a ti pues te llevaré sobre las nubes a ver las estrellas pueda o no pueda volar.


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