Un cigarro y la lluvia


Hay veces que uno se desespera, fue mucho la ultima vez que me moje bajo la lluvia, y fue con mi esposa, fue emocionante que ella me acompañara a mojarse conmigo.

Esta noche, un sentimiento me ahogaba y me destrozaba, un sentimiento que lleva meses martirizando mi ser y haciéndome sentir confundido. En lo peor en que me encontraba, escuche truenos a lo lejos que anunciaban una tormenta, el ruido de las gotas de agua caer en sobre las casas se incrementaba y se acercaba a mí.
Llegando al patio encontré un cigarro solitario en una caja, que casualidad que un conocido lo dejo por error, aunque en todo este tiempo no niego que adquirí este "normal" vicio, sin embargo es algo que nunca acostumbré hacerlo. He caído en una depresión que el cigarro me ha acompañado, matandome solo, adelantando a lo que estoy destinado... morir.

Cuando encontré el cigarro, no dude encenderlo, y la lluvio llegó, yo bajo azotea en el jardín trasero fumando este cigarro que me calmaba mi desesperación a no saber que hacer pues decidí entrar bajo la lluvia... 
Cuando la lluvia comenzó a caer en mi cuerpo, cerré los ojos y sentí como la lluvia empapaba mi cuerpo mientras me fumaba el cigarro. No lo terminé, la lluvia lo apagó dejándolo menos de la mitad. Una canción faltaba de fondo, los sentimientos de mojarme bajo la lluvia regresaron, sentimientos que adquirí en mi niñez cuando me mojaba con mis amigos, a mi juventud cuando me mojaba yo solo en mis tristezas...

Una mirada fija quedaba hacia el suelo mientras la lluvia seguía cayendo, viendo como las gotas caían sobre las hojas de las plantas mientras otras gotas pasaban sobre mis pestañas... escenas de mi vida pasaban en mi mente, como si fueran los ultimos momentos de vida, como si mi mente se estuviera despidiendo de mi cuerpo.

La oscuridad hace pensar distinto a como lo hace el sol, en ese momento quería hacer muchas cosas, a veces uno recorre un camino con propósitos pero en ese momento quería cambiar de camino, volver a caminar solo no era lo que esperaba, quería un vereda que me llevase a otro camino. Hubiera querido que fuera de día, siempre me gustó mojarme de dia y la claridad no deja que tus pensamientos  vayan más allá  de donde deberían llegar.



La lluvia terminó y mi cuerpo quedó empapado, pero la lluvia fue lo más relajante que un cigarro.


Comentarios

Entradas populares de este blog

SOY PAPÁ

Estrellas

El tiempo sigue...